Fue una niña la que alertó de la existencia del fuego que obligó a desalojar esta noche un edificio en el Ensanche de Ferrol. Y su gesto, unido a la rápida intervención de las patrullas de la Policía Local, que pusieron en marcha el desalojo del edificio, y a la decisiva actuación de los bomberos (que tras subir por la escalera mecánica sacaron al exterior a cinco personas que no lograban abandonar el cuarto piso), lograron evitar una catástrofe.

Tres personas fueron trasladadas al Marcide, desde el inmueble de la calle Villa Soledad en el que surgieron las llamas tras presentar síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Pero las consecuencias pudieron haber sido infinitamente más graves si no se hubiese dado la alarma de inmediato.

De acuerdo con las distintas fuentes consultadas, todas ellas próximas a la investigación, la pequeña se encontraba en el interior de una vivienda del tercer piso del inmueble —la vivienda en la que surgió el fuego— cuando comenzó el incendio. Y bajó corriendo a la calle, donde alertó a un transeúnte, que fue quien llamó —siempre según las fuentes citadas— a los servicios de emergencia.

«¡Menos mal que se puido avisar rápido, cando aínda estaba empezando todo... !», señalaban los vecinos de la zona, mientras los bomberos procedían a ventilar el interior del edificio y se confirmaba que, definitivamente, el peligro había pasado.

Poco después de las 21 horas, el fuego ya estaba apagado por completo. Y poco después se abría, de nuevo, al tránsito, la calle.

Al lugar de los hechos, además de los servicios médicos, también se desplazaron efectivos de la Policía Nacional.

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